Thierry Neuville se encuentra al borde de su primer triunfo en 2023 después de haber tomado el control del Rally de Italia Cerdeña en un emocionante sábado que vio la caída del ocho veces campeón mundial Sébastien Ogier.
Neuville había estado detrás de Ogier y Esapekka Lappi en el tercer lugar desde el comienzo de esta sexta prueba de la temporada, pero un fuerte aguacero en la penúltima especial de Erula-Tula provocó un caos total y puso el rallye patas arriba.
Ogier, que buscaba una quinta victoria italiana récord con un Toyota GR Yaris, entró en la etapa aferrándose a una ligera ventaja general. Sin embargo, en un sorprendente giro del destino, la suerte del francés sufrió un dramático revés cuando se salió de la carretera y se desvió por un terraplén solo 1,4 km después de la salida.
Lappi redujo su ataque al ver el coche averiado de Ogier y, sin darse cuenta, dejó caer más de medio minuto a su compañero de equipo en el i20 N, Neuville, que no estaba al tanto del drama que se desarrollaba detrás de él en la carretera. El belga subió del tercero al primero en la general como resultado de su cargo y encabeza al Hyundai 1-2 por 36,4 segundos acercándose a la final de cuatro etapas del domingo.
“Estoy aliviado de estar en la meta”, admitió Neuville, quien no ha ganado un rallye desde Japón el año pasado. “Fue un día duro, pero la sensación con el coche era cada vez mejor. Aprendimos mucho, eso es importante, pero aún no siempre es perfecto y aún podemos mejorar.
“Mañana es un día corto pero complicado”, agregó. “Necesitamos tener un avance inteligente e intentar llevar a casa el 1-2 para el equipo”.
El líder del campeonato, Kalle Rovanperä, fue elevado a la tercera posición después de la retirada de su compañero de equipo, aunque es poco probable que el finlandés pueda molestar a la pareja líder solo con un ritmo absoluto. Estaba detrás de Lappi por 1 minuto y 14,3 segundos al final del juego después de verse obstaculizado por el desgaste excesivo de los neumáticos por la tarde.
La perseverancia valió la pena para Elfyn Evans, cuyo día estuvo lleno de contratiempos. El Toyota del galés sufrió daños en el radiador en un cruce de agua en la SS10 y tuvo una fuga de agua durante casi tres minutos antes de regresar al servicio.
La historia amenazó con repetirse más tarde ese día cuando el auto de Evans perdió momentáneamente la potencia mientras negociaba con otra salpicadura de agua. El fallo de encendido se solucionó poco después y llegó a la meta casi cuatro minutos por detrás de Rovanperä en el cuarto lugar de la general.
Ott Tänak y Takamoto Katsuta no tuvieron tanta suerte y ambos sufrieron retiros inducidos por el agua. Un sensor eléctrico defectuoso fue el culpable de la muerte de Tänak, hombre de M-Sport Ford, mientras que Katsuta se retiró con daños en el radiador.
Sus respectivas decepciones permitieron a Dani Sordo, recuperándose de la racha del viernes por la mañana, escalar hasta el quinto puesto de la general. Encabezó al líder de WRC2, Adrien Fourmaux, mientras que Andreas Mikkelsen, Teemu Suninen, Emil Lindholm y Kajetan Kajetanowicz, todos compitiendo en WRC2, completaron la clasificación.
Posiciones de liderazgo después del sábado:
1. T Neuville / M Wydaeghe BEL Hyundai i20 N 3h 10m 36,9s
2. E Lappi / J Ferm FIN Hyundai i20 N +36,4s
3. K Rovanperä / J Halttunen FIN Toyota GR Yaris +1m 50,7s
4 E Evans / S Martin GBR Toyota GR Yaris +5m 36,5s
5. D Sordo / C Carrera ESP Hyundai i20 N +6m 27,9s
6. A Fourmaux / A Coria FRA Ford Fiesta Rally2 +8m 11,7s